El gran éxito de la Fundación Tony Manero, disco de oro con su «Looking for la Fiesta», demuestra que la música y la estética disco de los años 70 regresan para reconquistar las pistas de baile. El jardín del edén disco"sound fue una discoteca neoyorkina llamada 2001 Odissy. En 1977 se convirtió en mito por obra y gracia de la adaptación al cine de la primera parte de la biografía de Tony Manero, «Fiebre de sábado noche». Dirigida por John Badham y protagonizada por John Travolta, cuenta la vida de un modesto muchacho italoamericano de Brooklyn cuya pasión era ir a bailar con frenesí, cada fin de semana, bajo las bolas de teselas de espejo de su pista central, con su traje blanco de poliéster, su camisa negra, sus botines bien pulidos y sus cadenas de oro. Además de convertir la figura de Tony Manero en el pope sagrado de la disco-fashion, el tema central de la banda sonora, compuesta por los Bee Gees, «You should be dancing», provocó una verdadera fiebre planetaria por estos sonidos discotequeros repletos de hard-funk y new-soul.
Veinticuatro años más tarde, los miembros fundadores de la FTM, 10 devotos músicos de la super-disco-fashion, esperan bien pronto «abrir sucursales de la Fundación en todo el mundo, allí donde haya adictos al funky y al disco-sound que ayudar». Pretenden, y van en camino de hacerlo, reconquistar las discotecas para clásicos como «Livin' for the city», de Stevie Wonder; «Celebration», de Kool & The Gang; «Le freak c'est chic», de K.C. & The Sunshine Band; «Shining Star», de Earth, Wind & Fire; «Staying alive», de los Bee Gees, o «Daddy Cool», de Boney M. Pero reconocen que cualquiera de los grandes éxitos de James Brown, Sly Stone, P-Funk, The Bee Gees, Barry White, Harold Melvin & The Blue Notes, Hot Chocolate, The Jacksons, Chaka Khan, Chic, Gloria Gaynor, Village People, Donna Summer, Angela Bofill, Gibson Brothers les serviría para «ese gran circo del funk que quieren llevar por todo el mundo».
Pero es sólo es una parte. La defensa de la estética, del ropaje ideal para el bailoteo en la disco, es un elemento fundamental para comprender lo que significa realmente la Fundación Tony Manero. Ellos mismos señalan que «no podríamos tocar música disco con una sudadera ya que para tocar o ir a bailar hay que sentirse bien con el traje». Conscientes del decoro poético del atuendo preciso, aclaran que «hay que distinguir entre horteras y elegantes». Incluyen en el primer grupo a «aquéllos que llevan camisas de abuela con cuellos de pico y estampados feos y que mezclan los dorados sin ton ni son». Para evitar esto han tenido el detalle de mostrarnos, con su cuidada y elegante imagen, cómo debe vestir un verdadero miembro de la Fundación a la hora de dislocarse las articulaciones, con el funk más salvaje, sobre la pista de baile. Mientras tanto seguiremos recomponiendo guardarropa y ligamentos después de su último concierto en Mallorca, ayer, en Porreres.