Un mundo de emociones nuevas. De sonrisas y de vibrantes experiencias. El turismo rural está surgiendo en los últimos años como una alternativa a la soleada Mallorca, donde la noche y la playa son la bandera del turismo, para mostrarnos un mundo de nuevas posibilidades que nos acercan a la naturaleza. Una senda a la aventura que conjuga diversión y amor por el campo a partes iguales. Y es que desde hace ya algún tiempo, para huir de la saturación turística, y aprovechando el entorno único conservado y protegido de las montañas y los valles, Mallorca está viviendo un auge en la creación de parques y granjas relacionadas con el deporte de aventura y el turismo rural que amplían la oferta turística de las Balears.
Un buen ejemplo de esa creciente oferta es La Reserva, en Puigpunyent. Situado en el paraje natural del Puig de Galatzó, este maravilloso lugar incrustado en la Serra de Tramuntana nos ofrece multitud de actividades de ocio, además de la riqueza de la zoología y la geología autóctonas. Un lugar donde espectaculares tirolinas, desafiantes escaladas, audaces bajadas en rappel, puentes colgantes, concursos de tiro con arco y carabina, rutas a caballo, senderismo o paseos en mountain bike se mezclan en jornadas de diversión con las especies animales y vegetales propias de la Isla, como las cabras cimarronas mallorquinas, además de los pavos reales, los burros asilvestrados, las aves rapaces o los tres osos pardos asturianos que, procedentes del Parque Natural de Cabárceno, en Asturias, viven en cautividad en uno de los recintos cerrados más grandes de Europa.
Al igual éste, existen otros lugares en Mallorca que invitan tanto al turista como al mallorquín a disfrutar de una nueva forma de entender el descanso y el ocio, como Natura Parc, en Santa Eugènia. «Cada vez más nos encontramos con un turismo tanto nacional como extranjero que viene buscando el contacto con la naturaleza y el deporte. Sin que ello tenga que ser sólo para los más intrépidos. Porque a nuestro parque puede venir toda la familia, incluso los más mayores», señala Ignacio, coordinador de actividades de ocio rurales. A pesar de que la aventura es uno de los grandes atractivos, según sus responsables, la seguridad es la gran obsesión de todos sus trabajadores y por ello se cuida hasta el último detalle.