Los buques de la Armada que han participado en el dispositivo de vigilancia de la Familia Real en Palma han abandonado ya la estación naval de Portopí. Se trata de dragaminas, patrulleros y patrulleras, junto a una unidad de buceadores, que han participado en la seguridad marítima durante las horas del día y de la noche y en el transcurso de regatas como la Copa del Rey o el Trofeo Almirante, a nivel costero en torno al palacio de Marivent y como escolta del yate Fortuna.
Las unidades participantes, con una dotación total de más de 150 tripulantes, tienen su base en Cartagena y han efectuado relevos periódicos a lo largo de los meses de verano. A bordo transportan un equipo de buceo y lanchas zodiac para misiones de seguridad submarina y aproximaciones de supervisión al litoral.
Los relevos han permitido una presencia constante de tres unidades equipadas con distinto armamento, medios de detección y prestaciones, que han combinado sus especialidades navales en la consecución del presente objetivo. Finalizada la misión, que ha contado con el apoyo de la Guardia Civil del Mar, los navíos han abandonado su atraque en el puerto de Palma.