El gobierno del PP en el Ajuntament de Palma presentará hoy el plan definitivo para la fachada marítima del sector de Llevant, con el que el consejo de Gerència d'Urbanisme iniciará los trámites de modificación del Plan General de Ordenación Urbana. Un proyecto que entre otras actuaciones incluye la reconstrucción de los edificios de GESA en Son Molines, la transformación de la autovía de Llevant en boulevard litoral, así como la intención de recuperar la referencia visual de la Catedral en la entrada de Ciutat por dicha zona. Este plan de desarrollo, que actuaría sobre 42 hectáreas y que podría incluir la construcción de un hotel, es la cuarta y definitiva revisión de un proyecto que tiene como otro de los puntos estrellas de la actuación, la creación de un subcentro con la nueva Feria y el Palau de Congresos al final del boulevard Joan Maragall, para de esta forma «reesctructurar este sector de Llevant que actualmente tiene un marcado carácter periférico», según indica la memoria del proyecto.
La actuación en los terrenos de dicho sector tendría repercusiones sobre diversos propietarios. En primer lugar, uno de los implicados sería GESA. La compañía eléctrica tendría que reubicar sus edificios situados en la zona en Son Molines. Asimismo, Mapfre sería otra de las entidades que tendría que abandonar el lugar y trasladarse igualmente a Son Molines. Sin embargo, no sería los únicos, ya que también estarían involucrados varios particulares, entre ellos una congregación religiosa y una iglesia evangelista.
Otro de los objetivos claves del plan del Sector de Llevant es convertir la zona en un gran espacio público en el que las zonas verdes predominen. En este sentido, el proyecto pretende que el 70 por ciento de las 42 hectáreas del terreno sobre el que se actuaría, sean de uso público, con áreas verdes, avenidas, plazas y equipamientos. Mientras que el 30 por ciento del espacio del plan se destinaría a espacios de residencia, comercio y otros servicios. La memoria del proyecto incluye la construcción de un nuevo parque que sirva para «articular los espacios verdes» con las formas lineales que predominarán en los nuevos trazos de las avenidas Manuel Azaña, Puerto Rico y Brotad.
En el plan de desarrollo de la fachada marítima, la calle Joan Maragall tomará un protagonismo especial. La calle, que será ampliada, servirá de conexión urbana entre el Baluard des Príncep y el nuevo recinto ferial. Una conexión, en la que tendrán especial importancia el transporte público, ya que la zona será acondicionada para que pueda albergar algún día el tranvía, en el caso de que fuera introducido en Palma.