Las inspecciones realizadas por la Direcció General de Sanitat en los trece aparatos de hemodiálisis que existen en las Islas, nueve en Mallorca, dos en Eivissa y otros dos en Menorca, no han encontrado ninguna irregularidad y ninguno de ellos utilizaba el filtro o dializador A-18 de la empresa Baxter que, según algunas fuentes, es el causante de la muerte de 12 enfermos en la Península en los últimos días.
Que los aparatos de la Isla no usan este filtro concreto fue corroborado por la presidenta de ALCER-Balears, Manuela de la Vega, y, en el caso específico de los aparatos de Son Dureta, por el jefe del servicio de hemodiálisis del hospital, Julio Marco. Ambos hicieron un llamamiento a la tranquilidad y coincidieron en recordar que aún no está probado que el dializador A-18 sea el responsable de las muertes.
En este sentido Marco aseguró que filtros de la misma marca y del mismo lote que los ahora cuestionados han sido utilizados en «cientos de pacientes» sin que ocurra nada, por lo que abogó por un estudio «profundo y científico» que demuestre su vinculación con las muertes. «Y aunque se demostrara hay que señalar que aquí no se ha utilizado nunca». El experto recordó que el tratamiento prolongado con diálisis afecta negativamente a los vasos sanguíneos y huesos de los enfermos y que la mortalidad de este colectivo, «con un quince por ciento anual», es muy alta.
En los mismo términos se manifestó la presidenta de ALCER-Balears quien apuntó que antes, cuando una persona mayor tenía insuficiencia renal, no se le practicaba la diálisis y que ahora se suelen mandar a este tratamiento. «Esto implica que entre las 414 personas que, actualmente, se someten al tratamiento en las Islas haya algunas de bastante edad», apuntó.