El ex jefe de la Casa de SM el Rey Sabino Fernández Campo está dando muy mal ejemplo. Está traicionando a menudo la confianza que sobre él depositó Su Majestad el Rey convirtiéndole en el jefe de su Casa, que viene a ser como si le hubiera nombrado su colaborador más directo y, si me apuran, su confidente. Pues bien, el citado señor, desde que salió de la Casa, y muy especialmente de un tiempo a esta parte, a nada que el Pisuerga pasa por Valladolid, pone a pasear su lengua criticando a quien, repito, confió en él. Primero fue con el yate Fortuna, que un grupo de empresarios de Balears regaló a Patrimonio para que lo disfrutara la Familia Real. ¡La de veces que habrá dicho que el Rey no debería haber aceptado ese barco! Y lo ha dicho, naturalmente, cuando ya estaba fuera de la Casa, a toro pasado.
¿Cómo hubiera reaccionado siendo todavía jefe de la Casa del Rey? Y ahora, con lo del presunto noviazgo del Príncipe con Eva Sannum, vuelve a sacar la lengua con estilo más propio de los personajes casposos que nos inundan de un tiempo a esta parte que de una persona discreta y sensata como pensábamos que era él. Porque don Sabino, el miércoles pasado, en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander, tal vez creyendo que estaba en «Tómbola», dijo, entre otras cosas, que la Corona ya ha salido mal parada a raíz del debate que, repito, la prensa y nada más que la prensa ha creado en torno al romance entre el Heredero y la modelo noruega.
¡Como si la Corona hubiera dado pie a toda esta polémica! Y más cuando la Corona jamás sale al paso, ni clarifica, ni responde nada que tenga que ver con polémicas, ni crea ni anuncia noviazgos; en todo caso anuncia compromisos matrimoniales. Y de momento, al respecto, no se ha pronunciado, entre otras cosas porque o no lo hay, o porque no ha llegado el momento de hacerlo. ¿Quién es don Sabino para terciar en este asunto? Y, por si faltara poco, va y suelta que Eva ya ha visitado las obras de la casa del Príncipe en Zarzuela. Lo dicho: como si estuviera en «Tómbola».
Casualmente, anteayer me pasé más de una hora hablando con Mario Conde, que disfruta de unas cortas vacaciones en la Isla. Conversamos, sobre todo, de turismo. También abordamos los comentarios que últimamente suele hacer el teniente general y ex jefe de la Casa del Rey don Sabino, sobre si el Rey debe aceptar un barco que llega a Patrimonio como donación de unos empresarios, o hasta qué punto el noviazgo de marras ha producido ya arañazos en la institución. «El día que se sepa por qué don Sabino fue relevado de su cargo "me dijo Conde, posiblemente una de las personas mejor informadas de este país", entenderemos el porqué de esta actitud tan crítica que a menudo pone de manifiesto».
l Pedro Prieto