El verano real está a punto de finalizar, tiene los días contados, ya que dentro de nada se volverá a la vida cotidiana. Y si dentro de mes, o mes y medio, no hay un comunicado oficial anunciando el compromiso de don Felipe con Eva Sannum, nos podemos olvidar de la bella modelo noruega como candidata a suceder a doña Sofía. Así que, demos tiempo al tiempo, que todo se andará. Eso sí, ya queda menos para la solución del enigma que nos hemos creado nosotros mismos en forma de un noviazgo que oficialmente no existe y una posible boda que, por lo dicho anteriormente, está en el alero. Mientras tanto, la vida (en Marivent) sigue.
Anteayer, don Felipe, su hermana doña Elena, sus primos, los Zurita y Nicolás de Grecia, se hicieron a la mar a bordo de la «Llamp». No había mala mar, sin embargo, por una vez en este verano "o mejor, por tres veces" descartaron Cabrera, el paraíso de la discreción y se arriesgaron a ir al Toro, bañándose a un tiro de piedra de la costa. Posiblemente es la primera vez que vemos este verano a don Felipe en remojo.
El Heredero, que seguramente debe de estar pero que muy harto de verse a diario en la cresta de los asuntos del corazón, animó a la gente de palacio y se fue con todos al mar, a pasar el día buscando tranquilidad. Nos llamó poderosamente la atención ver lo bien que le sienta el bikini a la Infanta, quien se pasó casi todo el tiempo tomando el sol en la popa de la «Llamp». Imaginamos que este será el penúltimo o, como mucho, antepenúltimo baño que se puedan dar don Felipe y sus primos.