La presidenta del Consell Insular de Mallorca, Maria Antònia Munar, aseguró ayer que su partido no tiene la intención de romper con sus socios del Pacte de Progrés y que su encuentro con el jefe de la oposición y ministro de Medio Ambiente, Jaume Matas, «tenía por objeto trabajar para llevar a cabo proyectos e inversiones en la Isla».
De esta forma, asegurando que su obligación es la de conseguir dinero para proyectos en Mallorca, Munar rechazaba que su encuentro con Matas fuera un acto de «chulería» o una «venganza» contra el Pacte por la polémica con las moratorias urbanísticas. «Teniendo en Madrid un ministro mallorquín sería una irresponsabilidad por mi parte no pedirle inversiones», señaló. La presidenta de CIM no negó que intercambiara impresiones sobre el panorama político de las Islas con el jefe de la Oposición pero tranquilizó a sus socios del Pacte asegurando que, a su parecer, «no existe crisis, sino una diferencia de criterio en un tema concreto».
En este sentido Maria Antònia Munar señaló que «hemos superado problemas peores» y recordó que tiene prevista una reunión con Antich, el próximo cinco de septiembre, para debatir este asunto. «Nosotros estudiaremos su moratoria, analizaremos sus consecuencias y votaremos a favor o en contra». Respecto a la oferta lanzada por Matas el pasado fin de semana, relativa al acercamiento con los partidos de centro, la presidenta de Mallorca la calificó de «inteligente y razonable» y resaltó que existen coincidencias entre ambas formaciones.
La reacción oficial entre los socios del Pacte de Progrés fue de indiferencia ante la reunión «porque Matas ya se reunió con Pilar Costa y Joana Barceló», según una de las fuentes consultadas. Sin embargo, en el Pacte no ocultaban ayer su malestar por lo que consideran una ostentación del poder de la presidenta, que en cada momento decide quién es su compañero de viaje político.