Marian Suárez, la hija del que fuera presidente del Gobierno Adolfo Suárez, llegó a Palma junto a su familia para pasar unas minivacaciones. Vestida de manera informal, pero sin perder un ápice de elegancia, se mostró bastante sorprendida al vernos y, dedicándonos la mejor de sus sonrisas, nos contestó con la amabilidad que siempre ha caracterizado a su familia.
La primogénita del duque nos confesó que había elegido Mallorca para pasar unos días de descanso porque lo que más le gusta de la Isla es su tranquilidad. Por eso, ni ella ni su marido, el empresario Fernando Romero, han decidido todavía cuánto tiempo van a quedarse entre nosotros. Sin planes previos, los Romero Suárez dedicarán estas vacaciones a estar en familia, compartiendo algunos momentos con Adolfo Suárez junior, yerno del ganadero Samuel Flores, y a recuperarse del que sin duda ha sido uno de los tragos más amargos de su vida: la muerte, el pasado 17 de mayo, de su madre, Amparo Illana.
A quien no podremos ver este verano, según nos confirmó la propia Marian, es a su padre. Enamorado de la Isla, el duque de Suárez adquirió una preciosa residencia en Son Vida, cumpliendo así la promesa que en su día le hizo a su mujer. Sin embargo, los problemas de salud a que tanto la esposa como la hija tuvieron que enfrentarse obligaron al ex presidente a vender, en diciembre del año pasado, lo que había sido para ellos durante poco más de un año un remanso de paz donde recuperarse de los golpes.
Marian, que haciendo gala de una enorme fortaleza decidió seguir adelante con su embarazo, en avanzado estado, cuando le fue detectado un cáncer de mama, se convirtió en todo un ejemplo de ánimo para otros enfermos con la publicación de un libro, «Diagnóstico: cáncer», en el que, huyendo de alarmismos pero también de tapujos, relataba la dura experiencia vivida. Ahora, superados los momentos críticos de la enfermedad, la hija mayor de Adolfo Suárez y de Amparo Illana disfruta con su familia de un más que merecido descanso en nuestra isla.