Por segundo agosto consecutivo, Campos acoge un campo de trabajo promovido por el Ajuntament y el Govern. Si el pasado verano los participantes se dedicaron a rehabilitar la antigua escuela rural de es Palmer y a ayudar en la organización de diversos actos de las fiestas patronales, en esta ocasión los jóvenes de entre 18 y 25 años se encargan, principalmente, de revitalizar el claustro de las viejas dependencias conventuales de los Mínims, ubicadas en el centro del casco urbano.
El equipo, dirigido por Cati Mas y los monitores José Roldán y Llúcia Ginard, está integrado por once personas, procedentes de Canarias (1), Aragón (2), Galicia (2), Catalunya (2), València (1), Cantabria (1), Mallorca (1), y País Vasco (1). El horario de trabajo es de nueve de la mañana a dos de la tarde. Las tareas, que se sucederán hasta el próximo día 20, consisten en limpiar de vegetación los jardines del emblemático convento del siglo XVII, objeto actualmente de diferentes estudios.
Asimismo, los jóvenes echan una mano en la organización de actividades de entretenimiento, como por ejemplo la Festa Panxa Roja. Por las tardes, el grupo promueve juegos o salidas a la playa, excursiones a Formentor y a las famosas Coves del Drach, entre otros destinos. Destaca el hecho de que la mayoría de participantes son mujeres. En este sentido, las nueve chicas ganan por amplio margen a los dos chicos inscritos.
Por otra parte, el campo de trabajo cuenta con una cocinera, Catalina Canet, que elabora una gran variedad gastronómica que hace las delicias de los jóvenes. La sede se halla en las instalaciones de es Palmer, escenario que recientemente ha sido renovado y, en consecuencia, exhibe mejor fisonomía. En definitiva, este turismo juvenil aporta dinamismo e ilusión allí donde va, reanimando viejos y degradados edificios.