Fue al atardecer, cuando lo deportivo había concluido y cedía su espacio al ocio. Y encima había tiempo más que suficiente para asistir al próximo acto. Como hacía calor, un bañito venía de perillas, así que se buscaron una cala no muy lejana a Palma y en ella se dispusieron a disfrutar del sol y del agua durante hora y media. Ella, primero en bikini y luego en completo, o sea, en bañador de cuerpo entero. Él, siempre en meyba (que a lo mejor era un nike o un adidas).
Luego se tumbaron un rato a secarse y a relajarse. ¡Ah!, bueno, sí. En una de las salidas que hicieron a cubierta cogiditos de la mano, pararon en el camino para darse un kiss. Y es que se quieren con pasión. Vamos, es lo que pienso, pues en las tres ocasiones que he estado cerca de ellos, en dos, sin que supieran que andábamos merodeando por allí, los hemos pillado besándose. ¿Que qué harán en Marbella ahora con ellos, me refiero a periodistas y fotógrafos? Pues echarle imaginación a la profesión, porque, como decía un colega, salvo el baño "que helo ahí", aquí les han hecho de todo, incluso fotos con el Rey.
Aunque les queda un tema bonito y entrañable, sobre todo para él: el nombramiento de hijo adoptivo de la tierra que lo vio nacer, que será, creo, el 9 de los corrientes. Título merecidísimo, al que alguien tendría que añadir otro: el del actor más educado, correcto y enrollado con los periodistas "y ella, dicho sea de paso, también". Pues siendo quien son, colaboran siempre con la prensa sin pedir nada a cambio. No como otros, que sin ser nadie, como no les hagas pasar antes por caja, ni fotos, ni nada.