El Govern balear aprobará antes del mes de septiembre un plan sociosanitario a instancias de Serveis Balear de la Salut, Serbasa, para que una vez que se reciban las transferencias en materia de Sanidad se puedan reconvertir los hospitales dependientes de la Comunitat en centros sociosanitarios, según aseguró Juli Fuster, gerente del organismo desde hace un mes y medio. Esta iniciativa, que según Fuster se intentará consensuar con las partes implicadas coincidirá en el tiempo con la apertura del hospital de Son Llàtzer y pretende paliar el déficit de camas de media estancia que tiene la Isla.
Así, a medida que el Palma II vaya incorporando servicios, los hospitales dependientes del Serbasa irán reconvirtiéndose de forma progresiva en centros para cuidados paliativos como el caso de los subagudos o, entre otras cosas, rehabilitación. En este sentido está previsto reducir el número de camas de los centros del Govern para, una vez concluido el proceso, contar con unas 250 camas. El nuevo gerente del Serbasa señaló que el proyecto estrella de su departamento será recibir unas transferencias suficientes y, aunque recordó que las negociaciones serán en septiembre apuntó que las perspectivas en lo que se refiere a la partida económica «no son malas».
Fuster afirmó que una vez tengan las competencias intentarán dar todos los servicios sanitarios posibles «se estudiará incluso la higiene bucal y otros como el cambio de sexo» y confirmó que tendrán que modificar la ley del Serbasa ya que una vez recibidas las transferencias «se queda corta y habrá que desarrollarla». Por último Fuster aseguró que confía en que se pueden adjudicar antes de final de año las obras del futuro hospital de Inca y que están estudiando los planos.