La vigésima edición deportiva y social de la regata Copa del Rey de vela, comenzó a ofrecer sus primeras palpitaciones durante la mañana de ayer cuando su Majestad el Rey llegó a conduciendo un flamante y oscuro automóvil de la firma Audi de gama alta. El Monarca español, tras bajar del vehículo, saludó a los medios de comunicación con un ¡buenos días! y, posteriormente, estrechó la mano a Enrique Puig, patrocinador de la Copa, que le aguardaba a la puerta del Club Náutico de Palma, donde menos pegaba el calor, ya que estar fuera de la sombra era prácticamente imposible, pues los pantalanes, aceras y asfalto hervían por las altas temperaturas del mediodía.
Don Juan Carlos, tras saludar a algunos amigos y parte de la tripulación de la embarcación «Bribón» en la cafetería del club, subieron a la «Gommone», la barca auxiliar, a bordo de la que todo el equipo se trasladó hasta el amarre de la embarcación, la imagen de todos en la «Gommone» era lo más parecido a una patera en las costas de Melilla, ya que entre escoltas y tripulación rebosaba de gente.
Otro de los personajes ilustres que se pasearon durante la jornada matinal de ayer fue Marisa de Borbón, quien con semblante serio subió a la embarcación Antena 3 Loewe, de la que es imagen. Descalza y sentada junto a la caña, la aristócrata no se quitó en ningún monento las gafas de sol y se adentró en aguas de la bahía para realizar una entrevista para televisión a bordo de la embarcación. Mientras, los regatistas que tomarán parte en Copa de Rey de vela se preparaban para comenzar el próximo martes la competición.