A pesar de que son socios en el gobierno del Consell, PSM y UM protagonizaron ayer el principal choque dialéctico en el transcurso del pleno del la institución en el que se aprobó la moratoria con los votos en contra del PP. Además, la presidenta del Consell tuvo que renunciar a presentar la enmienda que eliminaba la retroactividad de la norma ya que ninguno de los partidos del Pacte se mostró dispuesta a aprobarla. En consecuencia, la norma entrará en vigor el día 4 de julio.
Rafael de Lacy (UM) y Antoni Alorda (PSM) mantuvieron el peso de un debate en el que en alguna ocasión el dirigente del PSM llegó a descalificar las palabras de Maria Antònia Munar, que tildó de «clasistas y discriminatorias», aunque sin citar a quién iba dirigido el reproche. La principal censura del dirigente del PSM a la moratoria fue que no afecta al suelo rústico, si bien también lamentó que el anuncio de la norma territorial, hecho por UM a principio de mes, haya terminado provocando una avalancha de licencias que se podían haber evitado.
El conseller d'Ordenació del Territori, Rafael de Lacy, contestó que, efectivamente, no es la norma que habría aprobado el PSM, pero defendió las propuestas de Munar encaminadas a fijar un techo de población en la Isla. Lacy anunció además que tanto la regulación de las viviendas unifamiliares como la del suelo rústico se abordarán durante la redacción del Plan Territorial Insular. Por lo que respecta al resto del debate, tanto la portavoz de EU-EV, Marilena Tugores, como la del PSOE, Francina Armengol, felicitaron a UM por el esfuerzo realizado con esta moratoria y que supondrá una paralización importante de la nueva construcción. Ambas portavoces también apuntaron que, en su opinión, debería haberse intervenido en suelo rústico y pidieron al responsable de Ordenación del Territorio que estas cuestiones se tengan en cuenta a la hora de redactar el Plan Territorial Insular. Armengol insistió además en que sería conveniente que se apruebe la programación de licencias, como en su día hizo Calvià.
Por lo que respecta al debate con el PP, el portavoz de esta formación política, Jaume Font, aseguró que su partido no estaba dispuesto a aprobar «la moratoria del hormigón». El dirigente popular criticó el modo como se ha aprobado esta moratoria, ya que ha provocado una avalancha de licencias no sólo en Palma, sino en otras localidades como Manacor, ayuntamiento gobernado por el Pacte, donde en los últimos días se han otorgado 98 licencias. El dirigente del PP aseguró además que los anuncios de nuevas restricciones en suelo rústico están provocando una avalancha de peticiones en los ayuntamientos. A la vista de las discrepancias públicas manifestadas por UM y PSM, pidió a los dirigentes del Pacte que abandonen y dejen el Consell en manos del PP.