La delegada del Gobierno en Balears, Catalina Cirer, aseguró ayer que el proceso de regularización extraordinario de inmigrantes que está en marcha «no sufrirá ninguna interrupción, ni paralización» con motivo de la aprobación mañana del reglamento que desarrolla la ley de extranjería e insistió en que «la policía no va a salir a la calle a la caza del inmigrante. Cirer calificó de «injustificada» la alarma que hizo saltar el pasado martes el conseller de Treball, Eberhard Grosske, cuando anunció la posible e inminente paralización del proceso de regularización e instó a los inmigrantes sin papeles a iniciar cuanto antes su tramitación.
«Creo que el conseller debe tener poco que hacer si se dedica a pisar el terreno del vecino», dijo. Sus declaraciones, añadió, «además de para salir en los medios, para lo único que sirven es para que estas personas se intranquilicen y lo último que debemos hacer es alarmar o poner nerviosos a los inmigrantes». La delegada del Gobierno insistió en que «el reglamento, como la ley existen para garantizar derechos y para perseguir a aquellas personas que llegan a nuestro país con intención de delinquir, pero en ningún caso se va a dar ninguna instrucción a la policía para que busque a los inmigrantes sin papeles. El Estado no va a ser un perseguidor».
Por tanto, concluyó, «aunque el Consejo de Ministros dé mañana
el visto bueno al reglamento se seguirán tramitando con normalidad
los expedientes prioritarios, que son los de las personas llegadas
antes del 23 de enero, pues es a lo que se comprometió el
Gobierno». La intención es finalizar este proceso antes del 31 de
agosto, aunque Cirer reconoció que «es un trabajo que nos
desborda».
A los inmigrantes llegados con posterioridad a esta fecha «se les
aplicarán los criterios que marca la ley, es decir que si tienen
trabajo o una oferta de trabajo podrán también regularizar su
situación».
Una visión menos optimista tiene la abogada Adelia Olmos, especializada en la atención a inmigrantes desde hace dos décadas, para quien «se está dando a los inmigrantes falsas esperanzas». La letrada criticó «la falta total de información que reciben estas personas, ya que hoy (por ayer) ningún empleado de la Oficina de Extranjería sabía nada sobre la aprobación del reglamento de la ley de extranjería». Denunció también «el enorme atraso que arrastran los permisos de trabajo, pues aún están sin resolver los de marzo o abril».