Sesenta colegios públicos de Infantil y Primaria de Balears -un treinta por ciento del total- se han adherido al proyecto de apertura de los centros antes del horario escolar, si bien en el mes de septiembre se abrirá, desde la Conselleria d'Educació, un nuevo plazo para otros colegios que puedan estar interesados. El fin de esta iniciativa, que ya funcionó de forma experimental el pasado curso en una serie de centros, es dar facilidades a los padres que entran a trabajar a las 08.00 horas para que puedan dejar a sus hijos en el colegio un poco antes del inicio de las clases.
La Instrucción aprobada por la Conselleria contempla que los gastos que comporte esta novedad -básicamente referidos a la contratación de monitores de tiempo libre- se sufragarán a partes iguales entre la Administración autonómica y los colegios. A su vez, los centros repercutirán a las familias un coste medio de 125 pesetas por día.
Del total de colegios que han mostrado su interés por esta medida, casi la mitad, 28, pertenecen a los municipios de Palma, Inca y Manacor, mientras que el resto se distribuyen por el resto de la Comunitat. Esta medida comenzará a aplicarse a partir del mes de octubre, «como ocurre con otros servicios propios de los centros, como el de comedor», se apuntó desde la Conselleria. El horario de apertura oscilará entre las 7.30 y las 8.30 de la mañana, en función de lo que se decida entre la dirección y la asociación de padres de cada centro. También será una decisión de los colegios el determinar el cupo mínimo de niños necesarios para la puesta en marcha del servicio.
Los monitores o el personal que sea contratado para guardar a los pequeños podrán preparar actividades lúdicas para su entretenimiento hasta el momento de dar comienzo las clases. La iniciativa tuvo una gran respuesta el pasado curso en que se inició de forma piloto, confirmó Educació, «y por eso para el curso próximo se abrirá a todos los centros», anunció el conseller. Damià Pons reconoció que «se está haciendo un gran esfuerzo por parte de centros, asociaciones de padres y madres y la propia Conselleria, para conseguir que los colegios se adapten a las necesidades de las familias».