El ministro de Medio Ambiente, Jaume Matas, calificó ayer «de operación de imagen» la «pelea» que los partidos políticos que integran el Pacte de Progrés mantienen desde que Munar presentó su propuesta de moratoria urbanística. Estas manifestaciones las realizó el presidente del PP en Binissalem, al concluir la reunión de la Ejecutiva popular. Matas coincidió con el portavoz del PP en el Consell, Jaume Font, en que «la propuesta de Munar, volverá atrás porque está basada en una política de gestos. El tiempo demostrará que se ha presentado la moratoria de una forma irregular.
Además, lo que se está consiguiendo es centrar las discusiones en actuaciones banales y secundarias. Las normas en el fondo no tienen contenido real», señaló. El presidente de los conservadores añadió después que los grandes perjudicados serán los ciudadanos. «Viven una situación de indefensión porque no se les tenga en cuenta a la hora de decidir esta moratoria y porque tampoco se les ha compensado». Matas explicó que «un Govern que tenía que representar el diálogo aplica medidas unilaterales, sin diálogo. Lo que es bueno para Calvià parece que también es bueno para Búger y para... se generaliza», criticó.
Y pasó a dar un tirón de orejas al Pacte «por no haber hecho sus deberes» y por haber entrado en una «pelea política entre las dos instituciones (Govern y Consell) que lo único que pretende es demostrar quién manda más». Matas recordó que el Govern de Antich ha tenido dos años para desarrollar el Plan Territorial Parcial, para ordenar el territorio, limitar el urbanismo y compatibilizar la perspectiva de futuro y la preservación del medio ambiente «pero no lo han hecho». También enumeró que «se tendría que aplicar la autonomía municipal, dejar a los ayuntamientos que ordenen estas limitaciones de crecimiento urbanístico» porque, si no, «se está generando un poder absoluto que se les volverá en contra».