El Consell de Govern acordó ayer imponer una multa de 100 millones de pesetas a la empresa GESA a la que hace responsable de una infracción muy grave por la inadecuada conservación y mantenimiento de sus instalaciones. La decisión del Ejecutivo balear, adelantada por este periódico, está motivada por el apagón eléctrico que se registró en Balears el pasado verano.
El Govern entiende que el apagón puso en evidencia la existencia de importantes defectos de mantenimiento en las instalaciones de generación de la compañía GESA. «La administración autonómica no considera aceptable que los hechos que siguieron al accidente de Llubí fuesen del todo imprevisibles y fortuitos, sino que responde a una conocida dejadez de la empresa monopolística en la atención de la mayor parte de las instalaciones de generación de energía eléctrica», argumentó ayer Sampol al anunciar la sanción.
El Govern apunta que en el apagón del pasado año se constató que los distribuidores y comercializadores se vieron imposibilitados a atender su obligación primordial de garantizar el suministro, lo que demuestra «la ruptura de la fiabilidad del sistema». Sampol explicó que el Govern aún no había recibido ninguna respuesta de GESA tras hacerse pública la sanción. El Govern, además, califica de «incomprensible» la interdependencia de los dos grupos eléctricos más grandes a la hora de responder ante una eventualidad, además de no estar prevista la protección en caso de avería.