«La huelga de los pilotos es mala para España, pero mucho peor para Balears», dijo ayer el secretario general de la patronal de hoteles situados en zonas turísticas, Felipe Gaspart. «El turismo nacional, que será el gran perjudicado, tenía que sustituir a que Balears está perdiendo en Alemania, pero la huelga supone un grave contratiempo», precisó Gaspart, que también deploró «el daño enorme que se hace a la imagen turística en los mercados emisores».
El primer día de paro de los pilotos de Iberia será el 19 de junio, y se repetirá los días 3, 10, 17 y 24 de julio, y los días 6, 13, 20, 27 y 31 de agosto. Los paros, de veinticuatro horas, afectarán también a los vuelos que, pese a iniciarse el día anterior, lleguen a su destino dentro del horario de huelga. La decisión de acometer estos paros fue tomada por los pilotos después de que Iberia rechazase el pasado jueves la propuesta que le presentaron para su convenio colectivo, que se negocia desde hace cinco meses.
«Los pilotos ya nos tienen acostumbrados a las huelgas en el Puente de la Inmaculada, Semana Santa y en verano», dijo el presidente del Fomento del Turismo de Mallorca, Miquel Vicens. «Espero que la sangre no llegue al río», precisó, «aunque el daño ya está hecho. Menos mal que los vuelos de Iberia en el verano solo representan entre el 7 y el 8 por ciento del total de los movimientos que se realizan en Son Sant Joan en temporada alta, y que por ello, su repercusión no será la misma que puede tener, por ejemplo, una huelga en el transporte discrecional».
El presidente de la Asociación Española de Compañías Aéreas (AECA), Felipe Navío, admitió, por su parte, que el sector de empresas privadas de aviación iban a tener, muy probablemente, una mayor ocupación en los días de huelga de los pilotos de Iberia.
LAS DEMANDAS DE LOS PILOTOS DE IBERIA
· Planteamientos
El objetivo de la huelga es, según el SEPLA, es firmar el VII Convenio Colectivo del colectivo de tripulantes técnicos pilotos de Iberia y que esta compañía cese inmediatamente en sus «conductas ilícitas». Entre las medidas que los pilotos presentaron a la compañía se encuentra la renuncia a la devolución de las aportaciones hechas por los pilotos a Iberia en virtud de la «clave 104» desde 1995, que asciende a 24.000 millones de pesetas, según el sindicato de pilotos.
· Cláusula
Esta clave es una cláusula introducida en 1995 en los contratos de los pilotos y que reducía las nóminas de todos los empleados en un veinte por ciento para intentar sanear Iberia, que atravesaba entonces una mala situación económica.
· Aumentos salariales
Los comandantes aéreos solicitan, asimismo, que se les aumenten sus salarios conforme a la subida anual prevista para el IPC, así como que se les abone la diferencia entre el objetivo de inflación marcado para el 2000, que se situó en el dos por ciento, y la tasa real, que fue del cuatro por ciento.