Los inmigrantes encerrados en la iglesia de La Encarnación recibieron en la mañana de ayer al president del Govern, Francesc Antich, según informó el portavoz de los inmigrantes, John Sabogal. En una visita relámpago, sin la presencia de periodistas, Antich se reunió con los veintiún trabajadores 'sin papeles' por el espacio aproximado de una hora, y escuchó 'in situ' las peticiones de los protagonistas del encierro, a los que prometió su mediación directa para concertar una reunión en busca de soluciones entre la delegada del Gobierno, Catalina Cirer, y los protagonistas del encierro.
La visita del president se produjo unas horas antes de que un grupo de representantes de los encerrados en La Encarnación, protagonizaran un acto de protesta en el Parlament, aprovechando la jornada de puertas abiertas, en el que trasladaron por medio de la tribuna abierta a diferentes colectivos sociales, sus reivindicaciones, que incluyen la derogación de la ley de extranjería, la tramitación de papeles para todos los inmigrantes y la paralización de las expulsiones.
Durante la visita del president, los inmigrantes pidieron a Antich «que acepte su parte de la responsabilidad y que presente una serie de propuestas concretas a la delegada del Gobierno en «las que manifieste que la situación de Balears es especial por la gran cantidad de trabajo que existe en las islas», dijo Sabogal, que añadió que «tal situación podría permitir la creación de un marco legal que permita la concesión de más permisos en función de la oferta laboral». Por otro lado, durante el acto de protesta en el Parlament, otro de los representantes de los inmigrantes, Ernesto Baletto, leyó un manifiesto en el que mostró su repulsa a la ley de extranjería a la que consideró xenófoba. Baletto criticó el marco legal de la Ley 8/2000 porque, según el manifiesto, «el único marco legal que sufre el inmigrante es el del hambre, la explotación y la prostitución».