La Conselleria de Treball destinará a lo largo de este año un total de 1.091 millones a la subvención de medidas de fomento del empleo, casi una cuarta parte de los cuales irán dedicados a la inserción laboral de inmigrantes, prostitutas y otros colectivos en exclusión social. El conseller y el director general de Treball, Eberhard Grosske y Fernando Galán, respectivamente, presentaron las once órdenes que ha aprobado la conselleria para regular estas ayudas públicas, destinadas a corregir «los desequilibrios en el mercado de trabajo balear».
El conseller destacó que de los más de mil millones, 476 de ellos procedentes de la administración central, suponen un aumento del presupuesto disponible de un 43'7% respecto a 1999 gracias, en gran parte, a la aportación propia del Govern. De las once órdenes que ha aprobado este departamento para fomentar la contratación o el autoempleo, Grosske resaltó la que hace referencia a los planes de inserción de colectivos excluidos socialmente o con riesgo de estarlo, como los inmigrantes o las prostitutas, cuya aplicación depende en gran medida de la voluntad de los ayuntamientos. En este contexto, solicitó a las corporaciones locales de Balears, «y en especial al de Palma», que colaboren en la puesta en marcha de programas que incentiven la integración de estos colectivos en el mercado de trabajo, por cuanto el fomento de la ocupación «también les atañe».
Otra de las órdenes «novedosas» que ha incluido este año el Govern se refieren a la formación de jóvenes en empresas de artesanía para, por un lado, dar una salida laboral a personas desempleados con baja cualificación académica y, por el otro, nutrir a estos negocios de trabajadores para continuar con estos oficios. Nuevas son también las ayudas dirigidas a realizar acciones «formativas, de estudio, de orientación y de asistencia técnica en el sector agrario destinados a los inmigrantes», dentro de las actividades incluidas en el ámbito funcional del convenio colectivo del campo balear.