La indignación de los sindicatos del Complejo Hospitalario de Mallorca "que forman los hospitales General, Joan March y Psiquiátrico" va en aumento conforme avanza el tiempo, se aproxima la apertura de Son Llàtzer y ven como la Conselleria de Sanitat y el Insalud son incapaces de encontrar una salida al futuro laboral del personal. Dentro del calendario de movilizaciones previsto por UGT, CC OO, USO, CSI-CSIF y CEMSATSE ayer tuvo lugar, durante la media hora de la merienda, una nueva concentración de miembros de los sindicatos y trabajadores frente al Hospital General. Fuentes del comité de empresa criticaron el «silencio absoluto» por parte de la conselleria a sus reivindicaciones. Los sindicatos exigen el cumplimiento del «protocolo sanitario» de 8 de octubre de 1998 por el que el personal del Complejo Hospitalario pasaría de forma automática y voluntaria al Hospital Son Llàtzer.
«De momento desde la conselleria no nos han llamado interesándose por nuestros problemas y parece que a nadie le importa nuestro futuro», expone una representante del comité de empresa. «Siempre se nos ha asegurado "continúa" que pasaríamos de forma voluntaria a Son Llàtzer y que no habría una reducción de personal y, en cambio, hoy sabemos que la plantilla de Son Llàtzer saldrá de un unas oposiciones puras y duras. Ello supondrá que no habrá ese traslado directo que nos habían prometido y extraoficialmente sabemos que desaparecerán unos 400 puestos de trabajo fruto de la reconversión de los hospitales hacia la atención sociosanitaria».
Los sindicatos no sólo critican el que consideran su incierto futuro laboral "y que supondrá reciclar a personal por la desaparición de puestos de trabajo" sino el modelo de fundación que consideran va contra los trabajadores y la asistencia sanitaria pública. También denuncian la indefinición del plan sociosanitario presentado por el Govern en cuanto que «no deja claro el futuro de sus hospitales, de las necesidades de personal y de los excedentes». Asimismo critican la «confrontación» entre el Govern y el Insalud que, en su opinión, impide encontrar una solución al problema del personal. SATSE, sindicato de Enfermería, además de rechazar el sistema de fundación por considerar que persigue «liquidar» la sanidad pública ya se ha apresurado a pedir el cese de su gerente, Vic Peralta.