Los servicios municipales siguen trabajando para que el agua de sa Riera, en la zona comprendida entre el puente de las Avingudes y la desembocadura en el puerto, tenga un aspecto más cristalino. Pese a la operación contra mosquitos realizada en la noche del pasado jueves y los trabajos que siguen llevando a cabo empleados de EMAYA, las aguas presentaban ayer un color verdoso muy lejano del «efecto espejo» que se pretendía cuando se proyectó la reforma.
Numerosos ciudadanos se han puesto en contacto con este diario para reclamar al Ajuntament que encuentre la solución técnica adecuada. La idea de que sa Riera mantenga siempre un caudal de agua es considerada muy positiva, siempre que su estancamiento, a través de las pequeñas presas construidas en el cauce hace unos meses, no conlleve una imagen de aparente suciedad. La reforma del Passeig Mallorca no quedará completa hasta que sa Riera tenga de modo regular un agua limpia y transparente.