El Parlament aprobó ayer por unanimidad, tal y como estaba previsto, la proposición no de ley por la que se solicita al Gobierno central que regule el uso terapéutico del cannabis. El debate sirvió para que todos los portavoces enumerasen los efectos beneficiosos de la marihuana e incluso, uno de ellos, aseguró que la mayoría de los diputados habían consumido cannabis en alguna ocasión.
La socialista Francina Armengol recordó que «hay una parte importante de la sociedad que reclama la utilización de la marihuana para mejorar algunos tratamientos médicos». En la misma línea se pronunció Miquel Ramón, de Esquerra Unida, quien aseguró que la diferenciación entre medicamentos y drogas «sólo es una cuestión administrativa». «Si hiciésemos una encuesta discreta en el Parlament la mayoría reconocería haber probado el cannabis», dijo Ramón. Cecili Buele, del PSM, argumentó que la «propuesta llega con retraso, aunque es positiva», mientras Francesc Fiol, del PP, felicitó la iniciativa del PSOE, aunque cuestionó que la propuesta no llegase al plenario firmada por todos los grupos. Fiol recordó que el consumo de marihuana no es ilegal.