Cuando ambos aparecieron cogidos de la mano, se inició, sin duda, el momento más glamouroso de la mañana. Lástima que fuera tan cortito. Pese a lo cual, hubo tiempo, por ejemplo, para que Michael y Catherine se besaran amorosamente hasta cinco veces. Tras dar las gracias a todos, en especial al alcalde de Valldemossa y vecinos, por la acogida y buen trato que siempre han recibido de ellos, Michael volvió a recordar que le hubiera gustado saber tocar un instrumento musical.
Por su parte, Michael habló brevemente de Dylan, «que tiene el hoyito en el mentón como su abuelo Kirk, pero que en lo demás se parece a ella». Dijo que había disfrutado ayer asistiendo al espectáculo de moros y cristianos del Port de Sóller, que le entusiasmaba tumbarse, mirar al cielo y ver cómo las palmeras de s'Estaca se mueven con el tiempo. Dijo también que le entusiasmaba la paella y el jamón, y que en casa «cocino yo». Nos hubiera gustado preguntarle sobre esa noticia que publica en Sun Expres, la de las excursiones a Valldemosa que comentamos ayer, pero no fue posible. Sin embargo, alguien próximo a ella manifestó que Catherine jamás ha dicho eso y que jamás ha hablado con nadie de ese periódico.
Por último, los Douglas se reunieron con Els Valldemossa, quienes les entregaron varios CD suyos mientras que Bernat le mostraba una foto que su padre, Kirk, le mandó dedicada. ¡Ah!, por cierto, Genia, Tomeu y Bernat darán un recital en Costa Nord a finales de agosto.