El juez puso en libertad a última hora de la noche de ayer a los nueve simpatizantes de la CNT detenidos por los incidentes del Primero de Mayo, tras haberles tomado declaración por espacio de casi tres horas. «La policía no supo cómo actuar. Es muy triste que un día tan significativo para el trabajador acabase con una carga policial. Lanzamos piedras y nos defendimos como respuesta espontánea a una actitud de perder los papeles», aseguraron ayer miembros de la CNT.
Los altercados se produjeron frente al edificio de los Juzgados de lo social "cuyo derecho de uso reclaman como parte del patrimonio acumulado" cuando el cordón policial instalado frente al inmueble, ubicado en el número 8 de la calle de Font i Monteros de Palma, impidió el paso de los manifestantes al edificio. Al poco se inició una contienda que provocó numerosos daños materiales a los vehículos estacionados en la zona. «Habíamos planeado la jornada del 1 de Mayo como un día pacífico, un acto reivindicativo de nuestro patrimonio histórico y acumulado. Acabó así gracias a la actitud de la policía. También hay que decir que no íbamos armados con piedras ni que tuviesemos una predisposición a desencadenar un acto violento. Lamentamos los daños a los coches», aseguró el secretario de organización de la CNT, Victor Cornell.
El sindicato criticó también la actitud de CC OO y UGT ante los hechos: «Nos parece impresentable que estos dos sindicatos integrados en el sistema se dediquen a criticar una agrupación como la nuestra, que tanto ha dado para la clase trabajadora». Ésta ha sido la quinta manifestación que hace CNT para reivindicar su «derecho legal» a acceder a parte del patrimonio sindical.