Es ésta una de las salas de aquella institución cultural inaugurada en Palma por iniciativa del gobernador civil José Manuel Pardo de Santanya en 1951. El Museo Marítimo de Mallorca estaba situado en las dependencias inferiores del Consolat de Mar. El fondo museístico estaba compuesto por una colección de 258 piezas: pinturas, grabados, mascarones, y toda clase de artilugios relacionados con nuestro fondo marino. En 1974, el museo fue clausurado. Los bienes fueron trasladados, primero, a la capilla del Consolat y almacenados en condiciones pésimas, expuestos a la humedad, el roer de las ratas y sin que nadie se preocupase por los amigos de lo ajeno.
En el año 1976, unas cuantas personas de «seny» formaron la Asociación de Amigos del Museo Marítimo para llevar a cabo la recuperación y conservación del patrimonio marítimo de Mallorca. Se encontraron, sin embargo, con que la desidia política había matado el antiguo museo y que las piezas se dispersaron o se perdieron mientras estaban bajo responsabilidad del Govern balear. En el Museo de Mallorca, en 1997, se encontraban piezas que desde su antigua morada, habían resistido los embates del tiempo y de la mala gestión institucional; compases, fanalillos, anclas, piezas de buques, esculturas, planos de embarcaciones o timones.
La asociación, presidida por Javier Pastor, hizo durante el transcurso del año 1980 setenta y seis gestiones con las instituciones pero éstas hicieron oídos sordos a sus reclamaciones. La tónica general, hasta hoy, ha sido la misma. Muchos dirán: «I tanmateix!».