Los transportistas de escombros afiliados a Astracoma dieron ayer por concluidas sus protestas y retiraron sus vehículos de los alrededores de la Conselleria de Medi Ambient «como gesto de buena voluntad» y para «recuperar un diálogo con el Govern roto por ambas partes».
Los representantes de los transportistas, Joan Sastre y Monserrat Barceló, tomaron esta determinación tras el encuentro que ambos mantuvieron con la presidenta del Consell Insular de Mallorca, Maria Antònia Munar, para estudiar la problemática que sus protestas está ocasionando entre los ciudadanos.
«Las calles están llenas de contenedores con escombros, que quitan aparcamientos y causan molestias a los ciudadanos y aunque el CIM no tiene aún competencias en materia de residuos de obras creemos que la obligación de las instituciones es dar respuesta y soluciones a la sociedad», señaló.
Munar se mostró partidaria de montar una planta de selección en la zona de Palma, tal y como proponen los transportistas en Génova, para evitar problemas en las carreteras «ya que hablamos de 400 camiones diarios».
El CIM exige la regulación para aceptar las
competencias
La presidenta del CIM, Maria Antonia Munar, aseguró que no
aceptarán las transferencias de la gestión de residuos de obras «a
cualquier precio». Para Munar no se puede prohibir el vertido de
escombros «sin dar soluciones». En este sentido la presidenta del
CIM señaló que «sería un suicidio aceptar una transferencia sin
existir una normativa que recoja lo que hay que hacer con los
residuos. Si nos dicen como tenemos que tratarlos aceptaremos las
competencias, en caso contrario, y para hacerlo de la misma forma
que ahora, no las queremos».