Menos cacas perrunas y retirada más efectiva de cera procesional
Sorprendimos ayer a María Crespo en el Passeig Mallorca. ¿Observando lo bonito que ha quedado el lugar? Pues sí, pero aparte de eso, verificando que ha descendido en el ránking de cacas caninas, dato que corroboran los que limpian el lugar. «La gente parece que se ha concienciado algo más. Se ven perros, pero también se ve cómo sus dueños recogen sus deposiciones en bolsas». Pese a lo cual, Crespo sigue pensando que una de las soluciones a este problema de la caca perruna en dicho paseo es ubicar en él, en lugares estratégicos y que, por supuesto, no desmerezcan el entorno, dos pipí-can al estilo de los que hay en Miami. Es decir, zona acotada, con tierra, a la que los dueños de los perros deben llevarlos a que depongan. De momento no precisa en qué sitios situarlos, pero está en la labor. Otro de los motivos que lleva a la presidenta de EMAYA a caminar por el centro de Palma es el de verificar que en las calles por las que han desfilado las procesiones de Semana Santa hay menos residuos de cera que en años anteriores. «Que esto sea así es debido "señala Crespo", en primer lugar al tratamiento preventivo que hemos dado a las calles antes de cada procesión a base de barrido manual y mixto, y, en segundo, a la intervención de EMAYA, en estrecha colaboración con la Policía Local, inmediatamente después de que éstas han finalizado. Se ha calculado que las rutas realizadas han tenido unos ocho quilómetros y medio lineales, y en ellas han trabajado once personas, con una aportación mecánica de cinco motocarros-recogedores, cinco barredoras automáticas y un camión cuba. Aparte, se ha dispuesto un operativo de dos barredoras pesadas y una ligera, además de dos motocarros para retirar los excrementos que los caballos de la Policía Local han ido dejando a su paso y de la arena que se ha extendido a lo largo de los recorridos, unas veinte toneladas».
Javier Olaizola visitó Marineland
El gran capitán del Real Mallorca, Javier Olaizola, visitó días pasados el parque de Marineland acompañado de su familia. Tras hacer el obligado recorrido por el recinto de Costa d'en Blanes, en el que visitó la Casa Tropical y el nuevo aviario, observando además a los delfines desde el fondo de la piscina, parece que no se lo pasó nada mal, luego, viendo el show de éstos y el de los leones marinos. Una vez finalizado el espectáculo, pudo ver a los delfines de cerca, al principio con las precauciones lógicas que se suelen tomar ante lo desconocido, porque nunca se sabe, pero terminando siendo gran amigo de ellos.