El ministro de Fomento, Francisco Àlvarez-Cascos, declaró ayer en la comisión de Infraestructuras del Senado que mantendrá la política de libre mercado en las rutas entre la Península y Balears y la de mejora de las ayudas en los billetes de avión a los pasajeros residentes en las Islas, a las que se destinarán 8.031 millones de pesetas en 2001. De esta forma, el responsable de Fomento respondía a la pregunta del senador por Balears Manuel Cámara Fernández sobre si el Gobierno tiene intención de crear servicios públicos en las rutas aéreas entre la Península y el archipiélago.
Àlvarez-Cascos considera que la actual situación, con estas rutas abiertas a la libre competencia entre compañías aéreas, son «satisfactorias» desde el punto de vista de la frecuencia y la calidad, y que por tanto «no es necesario declarar obligaciones de servicio público» en las líneas entre Península y Balears.
«Mi información es que el Gobierno balear coincide con el Ministerio de Fomento en mantener la política de libre mercado en las rutas, porque está dando buen resultado», declaró el responsable de Fomento, quien añadió que el Gobierno continuará con su política de ayudas a los pasajeros de la Comunitat Autònoma, que se ampliaron en 1998 del 25 al 33 por ciento del importe del billete en los vuelos con la Península y del 10 al 33 por ciento en los trayectos interinsulares.
En este sentido, destacó que el incremento de la cuantía de las ayudas aéreas a cargo de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) ha permitido alcanzar la cifra de 8.031 millones de pesetas en 2001, frente a los 2.536 millones que se destinaron a este mismo concepto a lo largo de 1997.