Por lo que parece, las vacaciones de Semana Santa se han acabado para casi todos. Ayer a mediodía, con la asistencia a la misa de Pascua, la Familia Real se puede decir que ha finalizado las suyas, vacaciones que se recordarán por dos motivos: porque el príncipe don Felipe no vino a Mallorca, a disfrutarlas "las malas lenguas dicen que anda perdido por algún lugar del mundo con la bella Eva Sannun", y porque el yate «Fortuna» no pudo salir a navegar a causa de que sigue de baja, en el dique seco. Ambas ausencias han dejado de dar su juego a los fotógrafos que como cada año por estas fechas se desplazan a Mallorca, y ayer la mayoría de ellos se encontraban en la Seo. A ver si en el próximo verano vemos al Príncipe y el «Fortuna» se hace a la mar de una vez.
Pajares, Conchi y Marilí, tampoco
Otros tres asiduos a la Isla en Semana Santa que tampoco no han
venido son Marilí Coll, porque ha tenido mucho trabajo en Madrid, y
Andrés Pajares y Conchi, porque, según me contó ella, él está
preparándose para estrenar «La jaula de las locas», donde tienen un
papel bastante difícil. «La única que ha ido a Palma estos días ha
sido mi hija».
Flor de Lis
El pasado sábado en Marivent, Eberhard, hijo de los duques de
Würtemberg entregó el carrito de golf diseñado por él, el Green
Bee, a S.M. el Rey, a quien, además, dio todo tipo de explicaciones
sobre el mismo. Se trata de un carrito ideal, no sólo para que el
jugador de golf se desplace por el campo durante la partida, sino
que, a través del miniordenador que lleva a la altura del manillar,
puede desde contratar un campo hasta abonar el alquiler del mismo,
pasando por adquirir prendas, pagar el almuerzo o la cena en el
club, etc. En Alemania ya son muchísimos los clubes de golf que
utilizan este cochecito. En Mallorca, según hemos podido saber,
Eberhard ya ha iniciado contactos con clubes de los alrededores de
Palma. Por su parte, su madre, Diana de Francia, sigue alternando
las vacaciones en Flor de Lis con unos deberes que se ha traído a
las mismas, a saber: finalizar un bajorrelieve que dedica al tango
y supervisar la colocación de los azulejos portugueses con los que
compone la figura de cada uno de los miembros de su familia en las
blancas paredes de la entrada del patio. Cuando hace unos días
nosotros estuvimos allí, ya habían sido colocados el del Duque,
Eberhard y el de ella, además de un bello algarrobo.