El obispo Teodor Úbeda cumplió con el tradicional lavatorio de pies de los fieles durante la misa de la Cena del Señor, que se celebró el Jueves Santo en la Catedral, para recordar la lección de humildad de Jesús de Nazaret, quien en el transcurso de la Última Cena lavó los pies a sus discípulos.
Doce jóvenes feligreses fueron los escogidos para participar en uno de los actos más emotivos de la Semana Santa, tal y como recordó el obispo en su homilía, destacando la importancia de estos días para los cristianos. Fechas en las que se recuerda la vida, pasión, muerte y resurrección de Jesús. Un acto que atrajo la atención de miles de feligreses que no quisieron perderse este simbólico encuentro del obispo con los jóvenes.