Baleares, La Rioja, Ceuta y Melilla, por este orden, son las comunidades que están a la cola en inversiones en carreteras, según un estudio realizado por la Asociación Española de la Carretera que analiza las partidas económicas destinadas a la mejora de las redes viarias entre 1990 y 1999.
En la Comunitat Autònoma, en la última década, se han destinado 32.308 millones de pesetas a la construcción de carreteras y 18.556 millones a la conservación de las mismas. El estudio diferencia entre las inversiones realizadas por el Govern y los consells insulars. El Govern, con competencias sobre una red de 1.480 kilómetros (78 de gran capacidad) ha invertido 31.660 millones en diez años en construcción y 13.990 en mantenimiento de la red. Por su parte, los consells insulars, con 757 kilómetros de red viaria, han gastado 648 millones en nuevos proyectos y 4.566 en la conservación de sus carreteras.
A lo largo de la década, el Govern fue incrementando el presupuesto en carreteras hasta 1997. A partir de ese año, las inversiones en carreteras lejos de aumentar, descendieron considerablemente. De esta forma, de los 4.595 millones de pesetas invertidos en nuevos proyectos en 1997 se pasó a 2.380 en 1998 y 1.860 en 1990. En conservación, nunca se ha invertido demasiado dinero. Hasta 1997, no se superaron los 1.500 millones anuales, y a partir de ese año se comienza a invertir un poco más.
Las cantidades de Balears son insignificantes si se comparan con otras comunidades autónomas. Por ejemplo, en Cantabria, que tiene una red de 2.615 kilómetros, se han invertido en los últimos 10 años 156.987 millones de pesetas en construcción y 24.426 en conservación. En Canarias, la inversión fue de 138.969 millones en construcción y casi 52.000 en mantenimiento.