El PP pidió ayer a la consellera de Medi Ambient, Margalida Rosselló, que «por coherencia» deje el Govern tras haberse visto obligada a aceptar varias desaladoras para resolver el problema del agua. «Si no estuviese tan aferrada al coche oficial ya no tendría motivos para continuar en el Govern», acusó Jaume Font, diputado del PP, quien interpeló al Govern en relación al Plan Hidrológico Nacional.
Font, quien lamentó que el Govern votase en contra del Plan Hidrológico Nacional, matizó que «cuando la consellera dice que Matas sólo le ofrece desaladoras está engañando a los ciudadanos». Según Font, el Ejecutivo balear aceptaba la mayor parte de las inversiones incluídas en el Plan Hidrológico y desveló que dos diputados del Pacte de Progrés habían cerrado el acuerdo del agua con el Ministerio de Medio Ambiente.
Rosselló pidió que se pusiera fin «a la demagogia» en el tema del agua. En concreto, la titular de la Conselleria de Medi Ambient ironizó que el propio Matas «quiere desaladoras en Balears, pero no en la Península». «Ha utilizado los mismos argumentos que yo en el tema de las desaladoras», precisó Rosselló. La consellera recalcó que «el Plan Hidrológico no hace referencia a Balears». «Nosotros queremos entendernos con Matas, pero priorizando lo que quiere la ciudadanía de Balears», añadió Rosselló. Font reiteró que, de los 48.000 millones de inversiones previstas en el Plan Hidrológico, el Govern sólo rechaza 4.200. «La consellera no quiere desaladoras, pero tendrá que aceptar 40.000 metros cúbicos diarios», subrayó Font, quien acusó a Font de «ser un prisionero de los verdes».
Rosselló acusó a Matas de imponer desaladoras en Balears «por ser perjudicial para el Pacte» y agregó que «en estas islas sobra agua desalada». «Tenemos un superávit de agua desalada porque no nos la quieren comprar», recordó la consellera.