El centinela mundial atraviesa por horas bajas, al menos en lo que a sus fuerzas armadas se refiere. En menos de dos meses, los ejércitos de EE UU han sufrido tres graves accidentes con 36 muertos. Primero "el 9 de febrero" el submarino nuclear «Greenville» hundió el pesquero japonés «Ehime Maru» en Hawaii. Un mes después, un avión de la Guardia Nacional se estrelló en Georgia muriendo sus 21 ocupantes, todos ellos militares. Finalmente, el pasado día 12, un avión de la Marina norteamericana arrojó una bomba sobre una posición militar kuwaití, cerca de la frontera con Irak, ocasionando la muerte a seis personas. Esta serie de accidentes militares ha causado la lógica preocupación en todos aquellos lugares en los que habitualmente operan, por tierra, mar y aire, los ejércitos americanos. Y teniendo en cuenta que dichos ejércitos se hallan desplegados por casi todo el planeta y, lo que es más grave, en permanente estado del alerta, no resulta difícil hacerse una idea de la magnitud de la cuestión. Se diría que desde que Norteamérica no tiene serios enemigos, ni se ve involucrada en guerras de gran envergadura, las cosas han ido a peor.
Y estamos hablando de aquellos sucesos de cierta gravedad de los que tenemos constancia, ya que muy posiblemente en maniobras y ejercicios con fuego real los incidentes menudean sin que trasciendan. No es un problema reciente, puesto que cabe recordar que durante la guerra del Golfo, el denominado «fuego amigo» fue el responsable de la mayoría de bajas entre los aliados. Otro factor que contribuye a aumentar la preocupación es la tradicional manga ancha que la justicia militar norteamericana acostumbra a exhibir con los responsables de estas catástrofes, ya que raramente son castigados como se merecen. En suma, el gendarme mundial inspira temor no sólo a sus enemigos sino también a sus aliados. Y lo peor del caso es que a pesar de la frecuencia con la que se producen estos accidentes militares, ni desde la secretaría de Estado, ni tampoco desde el Pentágono, parecen tomarse especiales medidas.