El 14 de marzo de 1938, nueve días después del hundimiento del crucero Baleares, aparece en la primera página de «La Ultima Hora» un artículo titulado «Gloria a la Armada Nacional» y subtitulado: «Nuestro homenaje al Baleares», «Un monumento a los héroes en la ciudad de Palma». En él, y con la prosa característica de la época, el diario propone una iniciativa: erigir un monumento a la memoria del crucero hundido. La ciudad entera y las autoridades políticas y militares del momento reciben la idea con entusiasmo.
El periódico propone sufragar el proyecto por suscripción popular. Los donativos se entregarán en la propia redacción. En los pueblos los recogerán los corresponsales. Las taquillas de teatros y locales públicos también recaudarán fondos, y realizarán funciones y representaciones con el fin de sufragar los gastos. El depositario de lo recaudado será el Banco de España, donde se abre una cuenta especial. «La Ultima Hora» supo canalizar la voluntad popular y realizó una labor eficaz y constante, poniendo toda su estructura en la Isla al servicio de la empresa. Podemos afirmar que la paternidad del proyecto le correspondió por entero.
El diario anuncia que «semanalmente las listas de los donantes vendrán a nuestra redacción para que sean publicadas, honrando así sus páginas con los nombres de todos sus amigos que quieran colaborar en el patriótico empeño». El día 17 de marzo de 1938 aparece la primera lista de donantes y así en sucesivos días. El primer donativo lo realizó el propio periódico con la cantidad de 500 ptas. Llegaron aportaciones económicas desde dentro y fuera de la Isla, e incluso desde el extranjero. Cientos de ciudadanos y un sinfín de entidades de carácter deportivo, educativo, militar, político, cultural y religioso, aparecen en las listas, junto a empresas y comercios, entidades bancarias, sindicatos, colegios oficiales, empresas hoteleras y ayuntamientos de toda la Isla. Hasta los institutos penitenciarios participaron, incluyendo a los reclusos.