Tampoco fue una tarde buena la del sábado "nos dice el presidente del recinto", dado que a primeras horas jugó el Mallorca contra el Coruña, y una vez que finalizó ese partido, la gente se fue a ver el Madrid-Barça. «Está claro que el fútbol televisado, y el que juega el Mallorca aquí al lado, es perjudicial para nosotros», dice. En nuestro recorrido observamos que, efectivamente, las novedades de este año son las que están más en el punto de mira del visitante.
Éstas son, como ya les adelantamos, la montaña gigante, donde las vagonetas giratorias realizan un emocionante recorrido; la lanzadera, o como descender a toda velocidad 47 metros; y, sobre todo para los más jóvenes, la atracción denominada Mr. Bean, una especie de teatro de varios pisos a los que se llega a través de escaleras. Por lo demás, igualito que en años anteriores.
Todo de gran calidad a buenos precios. «Y si hubiera más facilidades para poder llegar a Mallorca desde la Península, puesto que el viaje en barco encarece mucho el transporte, tendríamos la mejor feria de España. Pero como no puede ser, nos conformamos con la que tenemos, que a cada año que pasa es mejor», dice el presidente. Por cierto, llama la atención este año ver cantidad de restaurantes y mesones que hay en el recinto, donde se sirven ricas viandas y suculentas paellas, lo que hace que muchos visitantes se queden a comer.