R.C./AGENCIAS
La Asociación Empresarial de Promotores Inmobiliarios de Balears
considera que la moratoria turística ha provocado en las Islas «una
escasez total de suelo urbano, un aumento en un 400 por ciento en
el precio de la vivienda y el encarecimiento de las plazas
hoteleras», según manifestaron ayer el vicepresidente y gerente de
esta patronal organización de empresarios, Gabriel Oliver y Manuel
Gómez, respectivamente, en Santa Cruz de Tenerife en un coloquio
para explicar la experiencia balear.
Oliver indicó que las consecuencias de la primera normativa aplicada en Balears respecto a la limitación del desarrollo turístico, en 1995, son la falta de suelo y el aumento en el precio de la vivienda entre un 20 y 22% «lo que ha provocado que un sector de la población esté imposibilitado para comprar una casa». A juicio de Manuel Gómez, «unas 23.000 familias no pueden adquirir una vivienda al precio de unos catorce millones de pesetas en Balears, por lo que el futuro de este sector en las Islas pasará ineludiblemente por el régimen de alquiler». En su opinión, las administraciones «tienden a lo más fácil, que es prohibir, lo que crea inseguridad jurídica».
Gabriel Oliver reconoció, no obstante, que la moratoria ha propiciado que los hoteles que se han construido recientemente en las Islas tengan una categoría de cuatro y cinco estrellas, y afirmó que hay «un mayor valor medioambiental y se busca más calidad de vida». Sin embargo, Manuel Gómez lamentó que, desde mediados de 1999, el Govern del Pacte de Progrés ha provocado que los empresarios hayan perdido «la referencia» sobre los criterios con que se comporta el Ejecutivo.