Perder un hijo de forma trágica
Existe en Mallorca una asociación que, bajo el nombre de «Camino, luz y esperanza», reúne a una serie de padres bajo un denominador común: que alguno de sus hijos haya muerto trágicamente (accidente, atentado, suicidio, etc). Dicha asociación la fundó en enero de 1995 Margarita Suñer de Garfella, y la integran, actualmente, alrededor de treinta familias. María José Jaramillo es una de las madres de este grupo que perdió a su hijo cuando tenía 17 años: se lo encontró ahorcado en su propia casa. «Se ve que no pudo soportar que una chica le dejara. Se fue a casa y se colgó. Yo le encontré, le descolgué, le hice la respiración boca tratando de devolverle la vida que le había dado diecisiete años atrás, pero no fue posible. La verdad es que era un niño muy majo, muy amigo de sus amigos, muy cariñoso, un poco superdotado y nada aferrado a lo material. Lo único que le importaba era amar y ser amado, así me lo dijo muchas veces».
Dicen que de ahí no se moverán
Raimundo Santiago "imposibilitado para trabajar" y su familia siguen viviendo en la casa del Ibavi de la calle Cuba, de es Molinar, que ocuparon el pasado fin de semana, pues no tienen otro techo, y como ésta estaba desocupada, «pues en ella nos hemos metido "y añade": Y si nos echan, volveremos. Por espacio de cinco años he pedido una casa, pero hasta la fecha no nos la han dado».