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¿Qué hace Santos si le da un retortijón en la estación?
Según el delegado de FEVE, Tomás Morell, salvo en los apeaderos de Pont d'Inca, Santa Maria y Binissalem, y de momento la nueva estación de sa Pobla, las demás tienen WC para minusválidos, «pues éste es un tema que hemos tratado con mucha sensibilidad». Y así es, efectivamente. Pero... Santos Fernández es un minusválido físico a causa de una esclerosis múltiple. Varias veces al mes, para ir a rehabilitación, tiene que tomar el tren en Inca. Ayer a mediodía estaba en ello. Le pregunté que si le daba un retortijón qué haría. Se levantó y fue a la caseta de los servicios pero estaba cerrada por obras. Entonces preguntó dónde estaba el WC, y si había para minusválidos. «Al fondo -le dijo alguien de la estación-; al final de la estación de autobuses están». Le propongo que hagámos una prueba. A ver cuánto tiempo tardo en llegar. Santos comienza a caminar. Pasito a pasito. Casi cuatro minutos en recorrer al andén, a cuyo final comienza la estación del bus. Pero, ¡oh, sorpresa! Al final del andén hay una barrera. «Me temo que se ha equivocado de camino», le digo. «Como no hay ninguna indicación, pues sí...», reconoce Santos, dando la media vuelta resignado. Cuando llegamos al punto de partida han transcurrido cinco minutos más. De ahí, descendiendo por una rampa, hasta donde está el váter, al final, ya digo, de la estación, pueden haber más de doscientos metros, o sea, el doble del camino hecho anteriormente. Además, el váter no tiene ninguna indicación de que sea para minusválidos. En fin, que como a algún minusválido le de un retortijón en las tripas ahí, en lo que llega al váter se lo tiene que hacer por el camino a la fuerza, a no ser que sea Terminator y aguante carros y carretas.