Las bajas temperaturas que se viven estos días en el norte de Europa ha provocado una segunda migración de estorninos hacia el Mediterráneo y millones de ellos se han asentado en Palma, concretamente se han establecido en los ficus existentes en el Passeig Marítim de la ciudad frente al Auditòrium.
Esta circunstancia, además de provocar numerosas llamadas de protesta de vecinos del Passeig Marítim por la gran cantidad de excrementos aparecidos, se ha topado de lleno con un peligro real de muerte para los estorninos, al coincidir su lugar escogido para el asentamiento con el punto de origen del «aiguafoc» que esta tarde, a las 20.00 horas, se celebra con motivo de la celebración de la fiesta de Sant Sebastià.
«Los estorninos han escogido esta vez los árboles del Passeig Marítim "algo que no hacían desde hace unos diez años" para asentarse y se ha reparado en que cuando empiecen los fuegos artificiales, estas aves van a ser presa fácil pues se van encontrar desorientadas, a oscuras entre la muralla de cemento de los edificios y los fuegos, sin saber a dónde dirigirse y con serio peligro de que vuelen de forma descontrolada y acaben quemados», con lo que es espectáculo podría ser terrible, un infierno, según relató ayer Francisco Ruiz, asesor municipal y presidente de la Asociación Canina de Balears.
Por esta razón, la Autoritat Portuària y el Ajuntament de Palma han decidido adelantar a hoy el inicio de la campaña para espantar las bandadas de estas aves, que se pensaba comenzar el lunes próximo. De este modo, hoy, a partir de las 17.00 horas, los expertos de la empresa JCV, la misma que cada año contrata el Ajuntament para realizar este trabajo, procederán a espantar a las aves con disparos de petardos de baja intensidad (cada uno de los cuales contiene 8 gramos de pólvora) de forma selectiva, el sistema que actualmente se considera más eficaz.