La sala donde se celebraban las reuniones del Consejo de Administración de la empresa Bitel, participada por el Govern, tenía instalado un micrófono oculto, según han asegurado fuentes de toda solvencia cercanas a la propia empresa. El micrófono se descubrió casi nueve meses después de que el Pacte de Progrés accediera al Govern.
Las fuentes consultadas han confirmado que el descubrimiento se produjo tras la marcha del anterior responsable de la empresa, Enric Adán. La empresa pasó a ser gestionada en esos momentos de forma directa por Telefónica, junto con el Govern, otro de los accionistas de Bitel. Telefónica nombró a un gerente de la empresa y fue este alto cargo de la compañía quien decidió encargar un registro.
De hecho, los responsables de la empresa ya tenían la sospecha de que podría haberse producido algún tipo de espionaje durante las reuniones del Consejo de Administración de la compañía telemática. Tampoco se descarta la posibilidad de que parte de estas reuniones pudieran quedar grabadas por parte de los responsables de las escuchas. El registro se realizó en todas las dependencias de Bitel por parte de una empresa especializada. El micrófono de la sala de reuniones del Consejo de Administración se descubrió al encontrarse unos cables sospechosos. En el resto de las dependencias de la empresa no se encontraron elementos de este tipo.
Las fuentes consultadas aseguraron que desconocen tanto quién pudo instalar los micrófonos como cuánto tiempo llevaban allí colocados. De hecho, no se descarta la posibilidad de que este mecanismo estuviera ya instalado incluso en la época en que el Govern estaba en manos del Partido Popular. Tampoco quisieron aventurar si la colocación de este micrófono fue una orden de algún alto cargo del Govern o bien si fue una intervención directa del entonces responsable de Bitel, Enric Adán, que actuó incluso sin consultar.