El niño de la foto es saharaui. Se llama Bud Buda y estuvo acogido el último verano en casa de un matrimonio de s'Arenal de Llucmajor, desde donde viajó a Victoria a que le operaran de un oído. ¿Que por qué ahí? Pues porque su padre estaba haciendo un curso en ese hospital. Luego irían llegando la madre y sus tres hermanos. Al principio vivían todos con él en el hospital alavés hasta que, ya restablecido totalmente Bud, les notificaron que debian de abandonar aquellas instalaciones. ¿Dónde ir, pues no tenían casa? Alguien les recomendó que entraran en un refugio, sólo abiertop durante la noche, por lo que durante el día volvían a quedarse en la calle. Bueno, los niños iban a la escuela mientras que los padres se las arreglaban como podían. Pero mejor eso que nada. Enterados de esta situación el matrimonio que acogió a Ben Buda, contactaron con Joan Fageda, explicándoles el caso. ¿Y que dirá que hizo el batle de Palma? Pues llamó al alcalde de Vitoria a quien puso al corriente de la situación en que se encontraba esta familia, logrando que les proporcionara una casa pequeña, pero suficiente para que puedan vivir hasta que lleguen mejores tiempos. «Nunca pude imaginar que el alcalde de Palma tuviera ese corazón tan grande como ha demostrado que tiene», nos decía, emocionada la mami mallorquina de Bud.
Aguanta el reivindicador
Contra lluvia y viento, el reivindicador de la grúa aguanta en su
puesto, vigilado siempre por una pareja de la policía que pagamos
usted y yo, lo que incrementa el precio de tan absurda
reivindicación. ¿Que para qué están de noche, sobre todo, la
policía, ahí, a pie de grúa? Pues para que no le pasen comida, ni
batería para el móvil y, por si le da por poner punto final a su
reivindación llevárselo a comisaría, pues iene dos denuncias
puestas. Por cierto, parece que abandonará la grúa por Sant
Sebastià.
Oro olímpico cubano en la Casa Balear
La noticia nos la trae desde La Habana un lector de Ultima Hora:
Antonio León. En la última Nochevieja del milenio se reunieron en
la Casa Balear de Cuba tres glorias del boxeo cubano. El veterano
Alcides Segarra, forjador de púgiles, y los campeones olímpicos,
Teófilo Stevenson, oro en tres olimpiadas consecutivas, y su
sucesor Félix Savón, oro en las tres últimas olimpiadas. En las
fotos, tomadas en la casa Balear no muy lejos de donde cuelga la
del president Antich, vemos, junto a los púgiles, a Tomeu Sancho y
Antonio León.