«No se puede conseguir el alto el fuego y la paz en Burundi sin la ayuda internacional», explicó ayer Jaume Obrador, presidente de «Veïns sense fronteres» como conclusión de las jornadas organizadas por Xarxa Internacional Burundi per la Pau i el Respecte als Drets Humans, los días 5, 6 y 7 de enero en un hotel de Calvià.
Al finalizar las jornadas de reunión los participantes han concluido que la seguridad y la puesta en marcha de la institución presidencial son condiciones para la aplicación efectiva del acuerdo de Arusha para la paz y la reconciliación en Burundi firmado el 28 de agosto de 2000.
Los participantes en estas jornadas proponen la creación de una comisión internacional de investigación judicial; un tribunal penal; una fuerza internacional para el mantenimiento de la paz y una comisión de seguimiento de la aplicación del acuerdo de Arusha.
Por lo que hace referencia a los que dependen del actual régimen en Bujumbura les piden el desmantelamiento inmediato de los campos de reagrupación forzosa asegurando el retorno de sus ocupantes a sus respectivas colinas de origen.
Y para los que dependerán del gobierno de transición proponen el retorno voluntario y la reinstalación de los desplazados y de los refugiados; la reforma de las fuerzas de defensa y seguridad; la creación de una comisión nacional para la verdad y reconciliación y la creación de una comisión encargada de investigar de forma urgente y de llevar a cabo recomendaciones por lo que hace referencia a la liberación de los presos políticos.
Además los participantes denuncian de forma contundente el comportamiento ilegítimo del actual gobierno que se comporta y actúa como si fuera el gobierno de transición.