El acto de entrega de la Medalla de Oro de la ciudad a Mossèn Bernat Julià Rosselló, Aligi Sassu y Xavier Torres Ramis cerró el domingo el programa de la Festa de l'Estendard. En defensa de la concesión de la principal condecoración de la ciudad al músico Bernat Julià, el concejal Joan Bauzá recordó la larga e intensa obra de este músico mallorquín y muy especialmente aquella a la que «ha dedicado todo su esfuerzo, sensibilidad y dedicación, la Capella Mallorquina», que dirigió durante años y que protagoniza, desde 1968, «uno de los acontecimientos musicales más significativos de Mallorca, el concierto anual del Torrent de Pareis». Tras estas palabras, Joan Fageda entregó la medalla y un diploma acreditativo al padre Bernat Julià.
La medalla concedida, a título póstumo, al pintor Aligi Sassu fue defendida por la teniente de alcalde de Cultura. Carmen Feliu ensalzó al pintor, escultor y ceramista italiano, afincado en Mallorca desde 1962, como «uno de los más grandes que este siglo han vivido entre nosotros». Explicó que Sassu hizo de la Isla, «por la que sentía devoción», su segunda patria. Su muerte, a los 88 años, en Pollença el pasado mes de julio, «no por esperada nos evitó sentir el más intenso dolor», reconoció la edil, y recordó las palabras escritas en aquel duro momento por su gran amigo Pere A. Serra, que ayer acompañó a su viuda Helenita Olivares en otro más dulce, el de la entrega de la Medalla de Oro de Palma a su esposo.
La concesión de la medalla a Xavi Torres mereció el aplauso más cálido y prolongado de los presentes. El teniente de alcalde de Deporte, Gaspar Oliver, enumeró los éxitos deportivos de este nadador paralímpico. Pero ante todo valoró su capacidad para superar las adversidades, su madurez y su valor como persona, que le convierten en «punto de referencia para nuestra sociedad».
El alcalde cerró el programa de fiestas con su tradicional discurso de fin de año en el que realizó balance de la gestión de 2000. Pero no quiso acabar sin dedicar unas duras palabras de condena a los hechos ocurridos el día 30, cuando grupos de independentistas lanzaron huevos, insultaron y escupieron a las autoridades y funcionarios en el homenaje a Jaume I en la Plaça d'Espanya. Fageda calificó de «inadmisible» la actitud de estos grupos y realizó una llamada a la «sensatez y la cordura» dirigida a «los responsables políticos de los partidos representados en esta indigna actuación».