Las peticiones para construir una vivienda unifamiliar en suelo rústico han caído este año a menos de la mitad de las que se solicitaron durante 1999, según los datos de que dispone la Comissió Insular d'Urbanisme de Mallorca. Hasta el 30 de noviembre de este año, el número de peticiones para urbanizar fue de 612, dato que contrasta con las 1.218 peticiones que hubo hasta la misma fecha de 1999 o incluso con las 1.289 solicitudes que se registraron durante todo el año pasado.
Sin embargo a pesar de que la presión urbanística en suelo rústico ha sufrido una brusca desaceleración, el número de autorizaciones para urbanizar que otorgó el Consell se mantiene estable, incluso con un ligero incremento con respecto al año anterior. En 1999, el Consell de Mallorca autorizó la construcción de 671 viviendas unifamiliares; durante 2000, las autorizaciones han ascendido hasta 712, si bien es precio destacar que parte de estas autorizaciones corresponden a expedientes iniciados el año anterior.
En Mallorca se requiere un mínimo de 14.000 metros cuadrados para construir una vivienda unifamiliar en suelo rústico. Pese a que algunos partidos del Pacte como el PSM o EU-Els Verds han reclamado que esta parcela mínima aumente para evitar la presión, la presidenta del Consell de Mallorca, Maria Antònia Munar, ha dejado bien claro que, durante esta legislatura, la parcela mínima se mantendrá en los 14.000 metros.
En cualquier caso, las peticiones recibidas durante este año se alejan incluso de las que se solicitaron durante los años 1996 y 1997. Sin tener en cuenta la excepcionalidad del año 1999, en 1996 y 1997 el Consell autorizó la construcción de 815 y 663 viviendas respectivamente. En 1995, las peticiones para urbanizar fueron 405 y en 1997 llegaron hasta 870 debido a que el Consell anunció que la parcela mínima pasaría de 7.000 a 14.000 metros.