El president del Govern, Francesc Antich, ha decidido remodelar por sorpresa su equipo de Presidència. Damià Cànoves deja el cargo de director general de Presidència a Pere Fullana, quien hasta la fecha ocupaba la Direcció General de Relacions Institucionals. Fullana se convierte en la «mano derecha» del president, con el que mantiene estrechos lazos de amistad. Tanto Fullana como Antich son de Algaida.
El relevo de Damià Cànoves fue comunicado ayer por el conseller de Presidència, Antoni Garcias, quien anunció que el ex director general deja su cargo en el Consolat de Mar para ocupar una asesoría en el Govern. «Cànoves deja la Direcció General de Presidència para dedicarse más a su trabajo en el PSOE», justificó Garcias ante el sorprendente cambio. Según Garcias, Cànoves trabajará por la mañana en el Govern "con un sueldo de 6 millones" y las tardes las dedicará a su cargo de secretario de organización del PSOE.
«Se pueden hacer todas las interpretaciones que se quieran sobre estos cambios, pero fue el propio Cànoves el que pidió el relevo tras el congreso del PSOE y hemos considerado que ahora, al finalizar el año, era un buen momento para hacer la remodelación», añadió Garcias. El Govern negó que el cambio de Fullana por Cànoves tenga alguna relación con los problemas que ha habido en el Govern como consecuencia de la fallida remodelación. Algunos partidos del Pacte de Progrés acusaban directamente a Cànoves, entre otros miembros de la «fontanería» del Govern, de los problemas vividos en el Ejecutivo ante los cambios de consellers que no llegaron a concretarse.
Pere Fullana deja su puesto en la Direcció General de Relacions Institucionals a Antoni Reynés. Fullana, que no pertenece al PSOE, es uno de los hombres de confianza del president Antich. «Fullana ha hecho un gran trabajo en una parcela que, hasta que nosotros llegamos al Govern, había supuesto graves problemas para esta Comunitat», comentó Garcias. En concreto, Fullana era el encargado de mantener contactos con las casas de Balears en el exterior.