La reina de los noruegos, Sonia, se pasea con su amiga Dundy por Eivissa capital. Las fotos fueron tomadas en la mañana de ayer. Tras salir del agroturismo de Santa Gertrudis "el mismo en el que se hospedó Richard Gere cuando, a finales del último verano, estuvo rodando el spot del reloj" en un utilitario blanco "un Peugeot 202 de dos puertas" conducido por Dundy y seguido discretamente por un coche con cinco escolas, tres españoles y dos noruegos, se dirigieron, a no mucha velocidad, a Eivissa, aparcando cerca de Vara de Rey. A pie se acercaron a una joyería en la que permanecieron cerca de media hora. Luego, también a pie, hicieron un largo recorrido por distintas tiendas de esa zona y del puerto efectuando las compras de Navidad, y terminando el día en Vara de Rey, donde se las perdió de vista. La reina Sonia, que vestía de pantalón y chaquetón, y que anudaba un largo pañuelo a su cuello, está siendo noticia estos días por dos motivos: por la operación que recientemente ha sufrido en uno de sus pies, de la cual, a lo que se vio "no cojeaba para nada" se ha recuperado rápido y porque su hijo, el heredero de la corona, se casa con una joven, madre soltera y por cuyas venas no corre sangre real. Sonia regresa hoy a Noruega.
Skal Mallorca y Chaine de Rotisseurs
Un año más se reunieron a manteles conjuntamente miembros del Skal
Mallorca, cuya junta preside María Fullana, propietaria del hotel
Ciudad Jardín, y Chaine de Rotisseurs, liderado por Bartolomé Juan.
En esta ocasión, la cena se celebró en la finca de Son Binissalom.
En el transcurso de la misma, miembros de una y otra asociación,
que tienen que ver con turismo y gastronomía a nivel internacional,
se felicitaron las Navidades haciendo votos de salud, trabajo y
felicidad para el 2001. Finalmente, se celebró un baile. La velada
se prolongó hasta altas horas de la madrugada.Un año más se
reunieron a manteles conjuntamente miembros del Skal Mallorca, cuya
junta preside María Fullana, propietaria del hotel Ciudad Jardín, y
Chaine de Rotisseurs, liderado por Bartolomé Juan. En esta ocasión,
la cena se celebró en la finca de Son Binissalom. En el transcurso
de la misma, miembros de una y otra asociación, que tienen que ver
con turismo y gastronomía a nivel internacional, se felicitaron las
Navidades haciendo votos de salud, trabajo y felicidad para el
2001. Finalmente, se celebró un baile. La velada se prolongó hasta
altas horas de la madrugada.