Joaquín J. Martínez me manda un christmas desde la cárcel de Tampa (Florida) donde sigue a la espera de juicio. De su puño y letra cuenta que con ésta serán cinco las navidades que está privado de libertad. Esta Navidad "empieza diciendo", pensaba estar libre para jugar con mis hijas, libre para abrazar a mis padres, libre para compartir con familiares y amigos, libre para agradeceros lo que estáis haciendo por mí. Libre, qué bello es decirlo, pero para mí qué difícil es conseguirlo.
Cinco navidades privado de libertad, acompañado de cartas y postales con felicitaciones y frases de aliento me han demostrado que además de mí y de mis padres, hay muchas personas que me quieren y me apoyan incondicionalmente. Vosotros estáis entre ellos. Y concluye: Me falta poco para conseguir mi libertad, con vuestro apoyo lo lograré. Que Dios os bendiga... Joaquín.
La libertad de Joaquín se alcanzará a base de dinero con el que se conseguirá reunir las pruebas necesarias y pagar a peritos y abogados. Por falta de él, o mejor dicho, por no tener la cantidad suficiente, el juicio ha tenido que posponerse (ayer, creo, tenían que designarse los testigos del mismo). ¿Que cuánto se necesita? 80 millones de pesetas para hacer frente a esta nueva causa, y sólo han podido reunir, gracias a todos ustedes, veinte. Bueno, veintiuno más cien mil pesetas. Las cien mil pesetas que aportó en su momento el Grupo Serra y un millón que un empresario me va a dar la semana que viene para que se lo entregue a Jaén Palacios, quien a su vez lo ingresará en la cuenta que tiene abierta Joaquín.
¿Que cómo pueden ayudar a romper esos barrotes...? Comprando en FEPAE una tarjeta de Navidad, la que ven abajo, que por cierto ha diseñado la hija del diputado Manuel Jaén Palacios, que vale unos cinco duros, leyendo el reverso y tomando nota de la cuenta corriente: Banco Santander Central Hispano 0049- 5974 -12-2893124359, donde pueden ingresar el donativo, que por pequeño que sea será siempre bien recibido. ¡Ah! y feliciten con ellas las Navidades a sus familiares y amigos. Todo por Joaquín, que creo que ya es un poco de todos nosotros.