La futura ley de parejas de hecho, promovida por la Conselleria de Benestar Social del Govern, está levantando mucha polémica incluso antes de su aprobación. En concreto, el punto más conflictivo es el que hace referencia a la posibilidad de que las parejas homosexuales tengan el mismo derecho a adoptar niños que las heterosexuales. Mientras en el seno del propio Govern no existe todavía unanimidad acerca de este punto, la oposición se muestra contraria al mismo.
El debate está llegando también a la sociedad civil, defendiéndose, como era de esperar, posturas favorables y posturas contrarias a la posibilidad de adopción por parte de parejas homosexuales. Para Esperança Bosch, profesora de Psicología de la UIB e integrante del Lobby de Dones, «no hay ninguna evidencia psicológica o pedagógica que haga pensar que una pareja homosexual puede tener más dificultades que una heterosexual a la hora de adoptar y cuidar a un niño o a una niña». El historiador Gabriel Llompart considera, en cambio, que «el camino natural de la educación de cualquier persona requiere la presencia de un padre y de una madre, es decir, de una pareja heterosexual. Es un asunto existencial».
«Ignoro todo lo que sean cuestiones de Derecho Civil», indica el escritor Cristóbal Serra, y con ironía añade: «Es una cuestión tan candente que a mí no me acalora». Por su parte, el escritor Avelino Hernández afirma: «El simple hecho de que se ponga en duda que las parejas homosexuales pueden adoptar ofende. En otras palabras, soy favorable a que puedan adoptar».
El historiador Antoni Marimón indica: «Sí, si es bajo las mismas condiciones y con los mismos requisitos que se piden a una pareja heterosexual. De todas formas, entre todos deberíamos previamente hacer pedagogía sobre este tema». Agustí Buades, presidente de Acción Familiar de Balears, considera, por el contrario, que «el deseo de adoptar no puede estar por encima del derecho inalienable que tiene cualquier niño o niña a tener un padre y una madre».